Querido lector, me gustaría compartir contigo cuatro armas espirituales que te ayudarán a resistir cualquier intrusión demoníaca en tu vida. Haz esto tan pronto como sientas un ataque demoníaco.
Di el Padrenuestro.
Nuestro Señor Jesucristo nos dio una oración para arrepentirnos y cerrar las puertas espirituales que usan los demonios para entrar en nuestras vidas. En segundo lugar, la oración del Señor detiene a Satanás e invita al Reino de Dios a nuestras vidas.
Por lo tanto, tan pronto como sienta un ataque demoníaco, rece el Padrenuestro. Va así:
Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea Tu nombre.
Venga Tu reino.
Hágase Tu voluntad,
Así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy el pan nuestro de cada día[a].
Y perdónanos nuestras deudas[b],
como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal.
Porque Tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén[c].
Ata a los demonios y échalos fuera.
Jesucristo te ha dado el poder espiritual y la autoridad para atar los demonios que te atacan. Esta autoridad está contenida en este versículo de la Biblia:
En verdad les digo, que todo lo que ustedes aten[a] en la tierra,
será[b] atado en el cielo.
Cuando atas a los demonios en el nombre de Jesús, en realidad serán atados en el ámbito espiritual. Después de atar a los demonios, échalos fuera. Estas dos acciones te darán mucho alivio.
Invita al Espíritu Santo.
Está escrito que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo. Escuche lo que dice la palabra de Dios en la Biblia:
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo,
quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?
Ustedes no son sus propios dueños;
fueron comprados por un precio.
Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
1 Corintios 6:19-20
Cúbrete con la sangre de Jesucristo.
Finalmente, cúbrete a ti mismo y a los lugares cercanos a ti con la sangre de Jesucristo. El diablo y los demonios temen la sangre de Jesucristo. Lo verán en el ámbito espiritual y huirán.