Estimado lector, muchos accidentes no son causados por factores indicados en los informes policiales. Más bien, son causados por fuerzas sobrenaturales invisibles. Este artículo muestra cómo los demonios causan accidentes.
Escuche esta historia real.
Uno de los conductores de mi lugar de trabajo me contó sobre este incidente real que le sucedió hace aproximadamente un año. Le habían asignado llevar a una mujer que dirigía un gran proyecto de salud en mi país. Condujeron desde nuestra ciudad capital hacia la parte norte de nuestro país.
Cuando regresaban a nuestra capital, este conductor de repente vio algo en medio de la carretera. Después de un examen cuidadoso, se dio cuenta de que era un toro rojo. Como este conductor circulaba a alta velocidad, se enfrentó a dos opciones peligrosas. Detener el vehículo de repente, en cuyo caso el vehículo volcaría o atropellaría al toro, lo que era otra opción mortal.
Por la gracia de Dios, algo dentro del corazón del conductor (¿Espíritu Santo?) le aconsejó tomar la segunda opción. Para derribar al toro.
El conductor optó por derribar al toro.
Ahora llegamos a la parte más interesante de esta historia. Cuando el vehículo se acercó rápidamente al toro, ¡de repente el animal desapareció!
Este conductor le preguntó a la señora: “¿Has visto el toro?”
Ella dijo: “Sí, lo vi y sé por qué. »
“Nuestro proyecto recibió recientemente mucho dinero y uno de mis colegas quiere matarme para hacerse cargo. Tengo muchas ganas de dejar este trabajo”
Los demonios de los accidentes son reales.
Estimado lector, este ejemplo muestra cómo los demonios pueden provocar accidentes. Los demonios de los accidentes son reales. Los agentes de Satanás pueden ordenar a estos demonios que quiten la vida al enemigo de su cliente. He oído a algunos satanistas y brujas confesar que pueden manipular de la siguiente manera para provocar accidentes:
1. Hacer que un conductor se duerma mientras conduce.
2. De repente aparece la imagen de alguien parado en la carretera.
3. De repente aparece la imagen de un bache profundo.
4. Afloje las tuercas de las ruedas.
5. Provocar una falla mecánica.
La única manera de estar a salvo de tales incidentes es orar por la protección de Dios. Antes de conducir o subir a cualquier vehículo, ora siempre y cúbrete con la Sangre de Jesucristo.
Escuche lo que dice la palabra escrita de Dios en la Biblia:
Porque has puesto al Señor, que es mi refugio,
Al Altísimo, por tu habitación.
10 No te sucederá ningún mal,
Ni plaga se acercará a tu morada.
11 Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti,
Para que te guarden en todos tus caminos.
12 En sus manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Salmos 91:9-12