Querido lector, cuando no perdonas, algo malo sucede en el ámbito espiritual. A continuación doy los diez peligros de negarse a perdonar
1. Primero, al negarte a perdonar, estarás desobedeciendo lo que nuestro Señor Jesucristo nos dijo que hiciéramos.
Porque si ustedes perdonan a los hombres sus transgresiones, también su Padre celestial les perdonará a ustedes. 15 Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus transgresiones.
2. En segundo lugar, cuando te niegas a perdonar, irritarás a Dios.
Nuestro Padre Celestial se enojará con vosotros y se negará a perdonaros vuestros pecados.
3. En tercer lugar, si te niegas a perdonar, dejas de ser un verdadero hijo de Dios.
4. En cuarto lugar, si te niegas a perdonar, no heredarás el Reino de Dios.
5. Además, si te niegas a perdonar, es posible que no puedas entrar al Cielo.
En cambio, negarse a perdonar puede llevarte al infierno.
6. Además, cuando te niegas a perdonar, abrirás una puerta para que otros demonios entren en tu vida.
Serás atormentado aún más por espíritus de ira, amargura, glotonería, violencia y diversas enfermedades.
7. Cuando te niegues a perdonar, quedarás en cautiverio.
El diablo te mantendrá cautivo. Lea esta parábola muy interesante que Jesús dio sobre el cautiverio causado por la falta de perdón:
»Por eso, el reino de los cielos puede compararse[a] a cierto[b] rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al comenzar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10,000 talentos (216 toneladas de plata). 25 Pero no teniendo él con qué pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda. 26 Entonces el siervo cayó postrado ante él, diciendo: “Tenga paciencia conmigo y todo se lo pagaré”. 27 Y el señor de aquel siervo tuvo compasión, lo soltó y le perdonó la deuda.
28 »Pero al salir aquel siervo, encontró a uno de sus consiervos que le debía 100 denarios[c], y echándole mano, lo ahogaba, diciendo: “Paga lo que debes”. 29 Entonces su consiervo, cayendo a sus pies, le suplicaba: “Ten paciencia conmigo y te pagaré”. 30 Sin embargo, él no quiso, sino que fue y lo echó en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
31 »Así que cuando sus consiervos vieron lo que había pasado, se entristecieron mucho, y fueron y contaron a su señor todo lo que había sucedido. 32 Entonces, llamando al siervo, su señor le dijo*: “Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste. 33 ¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?”. 34 Y enfurecido su señor, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. 35 Así también Mi Padre celestial hará con ustedes, si no perdonan de corazón[d] cada uno a su hermano».
8. Mantendrás a la otra persona en esclavitud.
9. Te enfermarás.
Satanás os atormentará con enfermedades resultantes de la opresión demoníaca.
10. Invitarás maldiciones a tu vida. Estas maldiciones obstaculizarán tu desarrollo.
Los diez peligros de negarse a perdonar.