Estimado lector, quizás no lo crea, pero es verdad. La mayoría de tus acciones en la tierra se replican de una forma u otra en el cielo.
Lo que dijo Jesús.
Empecemos con lo que dijo nuestro Señor Jesucristo sobre esto. Dijo que cuando atas algo en la tierra, el cielo responde atandolo también. Y cuando pierdes algo en la tierra, el cielo responde soltándolo también (Mateo 18:18).
Construye la casa de Dios en la tierra.
Cuando construyes la casa de Dios (el edificio de la iglesia) en la tierra, los ángeles de Dios en el cielo responden construyendo tu casa en el cielo. Cuanto más inviertas en el Reino de Dios en la tierra, más hermoso será tu hogar en el cielo.
Ganando almas para Jesús.
Cuando ganas un alma para Jesús en la tierra, los ángeles de Dios en el cielo responden poniendo una piedra preciosa en tu corona en el cielo. Cuantas más almas ganes, más piedras preciosas adornarán tu corona y te aguardarán en el cielo.
Construye una casa para personas sin hogar.
Cuando construyes una casa para una persona sin hogar en la tierra, los ángeles de Dios responden construyéndote una en el cielo.
Perdonar a alguien.
Cuando perdonas a alguien en la tierra, el cielo responde perdonándote a ti también y te abre sus puertas. Si os negáis a perdonar, el cielo también se negará a perdonaros. Cerrará sus puertas para impedir su entrada. Así es como muchos cristianos que no perdonan terminan yendo al infierno.
Enojo.
Cuando te enojas con alguien en la tierra, el cielo también se enoja contigo y cierra sus puertas. Ninguna persona enojada puede entrar al cielo a menos que se arrepienta y le pida perdón a Dios.
Robar la propiedad de alguien.
Cuando robas la propiedad de alguien en la tierra, le das autoridad legal a Satanás y a los demonios. Esperarán ansiosamente la liberación de tus bendiciones del cielo. Los robarán tan pronto como bajen del cielo.
Maldecir a alguien.
Si eres cristiano y maldices a otro cristiano, Satanás y los demonios esperarán tus bendiciones del cielo. Los convertirán en maldiciones.
Dificultar el avance de los demás.
Si eres cristiano e injustamente obstaculizas o bloqueas el avance de otra persona, el Cielo responde bloqueando también tus bendiciones y tu avance.
Diezmos y ofrendas.
Cuando diezmas fielmente y das tus ofrendas a los siervos de Dios en la tierra, el cielo responde abriendo sus puertas a tus ingresos. El cielo derramará tantas bendiciones que no habrá suficiente lugar para almacenarlas.