Querido lector, muchos cristianos oran, diezman, ayunan, asisten a la iglesia y contribuyen mucho a la expansión del Reino de Dios, pero el Padre Celestial no puede responder sus oraciones por una sencilla razón. Están en lugares equivocados, donde Dios no quiere que estén. Se enfrentan a las tormentas de la vida porque están en el lugar equivocado.
La historia de mi esposa.
Hace unos veinticinco años, mi esposa me dijo que quería abrir un gran negocio en nuestra ciudad. Su visión era convertirse en una mujer de negocios muy rica y poderosa. Quería preguntarle si había consultado al Señor sobre esta aventura.
Luego dudé porque no quería aparecer como un obstáculo para este proyecto. Como el negocio que mi esposa quería requería una importante inversión en efectivo, conseguí un préstamo bancario para darle un gran comienzo. La nueva tienda de mercancías estaba ubicada en una calle muy transitada del centro comercial de nuestra localidad.
Unos meses después de abrir esta tienda, mi esposa se dio cuenta de que algo andaba mal. Todas las tiendas cercanas atrajeron a muchos compradores, ¡excepto la de ella! Oramos por este problema, ¡pero lo mejor que consiguió fue uno o dos compradores por día! Pasó la mayor parte del día durmiendo detrás del mostrador. Entonces un día ella oró así:
Señor, esto es realmente injusto. Oro, asisto a la iglesia, diezmo y contribuyo a los proyectos de nuestra iglesia. ¿Cómo es que los incrédulos que rodean mi tienda atraen a más compradores que yo?
A los pocos días, el Señor le respondió a través de una señora profeta quien le dijo lo siguiente:
El Señor te está diciendo que estás en el lugar equivocado. Estás cosechando las tormentas de estar en el lugar equivocado. Debes cerrar esta tienda e ir al lugar correcto donde el Señor quiere que estés.
Era la única opción para mi esposa. Tuvo que cerrar la tienda de mercancías e irse a su distrito natal donde el Señor le había indicado que comenzara la obra del ministerio cristiano.
Consulta siempre al Señor.
Por la experiencia de mi esposa, me di cuenta de que antes de que cualquier cristiano haga algo nuevo en la vida, primero debe consultar al Señor para saber si es Su voluntad para él.
Si esta consulta no se lleva a cabo, muchos cristianos se encontrarán en medio de tormentas de la vida como resultado de estar en el lugar equivocado.
Tormentas de vida resultantes de estar en el lugar equivocado.