Estimado lector, este es un mensaje urgente de nuestro Señor Jesucristo para todos los siervos de Dios. «Tienes que hacer estas tres cosas» dice Jesucristo.
Lectura de la palabra escrita de Dios.
Si vas a servir a Dios con éxito y obtener tu corona en el Cielo, entonces debes leer la palabra escrita de Dios diariamente.
Todo lo que prediques debe estar basado en la palabra escrita de Dios en la Biblia. A veces, personas curiosas le preguntarán de dónde obtuvo la información que está predicando. Simplemente les dirás que lo obtuviste de la Biblia.
En segundo lugar, como siervo de Dios, debes vivir de acuerdo con algún estándar establecido. Este estándar es la palabra escrita de Dios en la Biblia.
Oración.
Un siervo de Dios pelea muchas batallas espirituales y físicas. La única forma en que puedes ganar estas batallas es a través de una vida de oración.
Ora tan pronto como te levantes de la cama, ora antes de salir de tu casa, ora antes de hacer cualquier cosa, ora al mediodía, ora al atardecer, ora antes de acostarte y ora a la medianoche.
Cuando vives una vida de oración, Dios siempre te enviará sus ángeles para bendecirte y pelear tus batallas.
Ayuno
Cuando te conviertes en siervo de Dios, entonces te conviertes en enemigo del diablo y los demonios. Hay algunos ataques demoníacos que quizás nunca superes, excepto si estás ayunando.
Lee atentamente este pasaje del libro de Marcos para comprender el poder del ayuno:
Cuando Jesús vio que la multitud concurría, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole:
Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
Entonces el espíritu clamando y desgarrándole mucho, salió;
y él quedó como muerto, de modo que muchos decían que estaba muerto.
Pero Jesús tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.
Y como él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte:
¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?
Y les dijo:
Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
Marcos 9:25-29 Biblia del Jubileo
«Tienes que hacer estas tres cosas» Jesús les dice a todos los siervos de Dios.