Querido lector, hay un tipo de oración que Dios quiere que conozcas. Satanás y los demonios no pueden interceptar este tipo de oración.
Puedes orar desde el corazón.
Para empezar, el Señor quiere que sepas que puedes orar con el corazón. Orar con el corazón significa que no necesitas abrir la boca para pronunciar palabras. En cambio, la cierras y le hablas a Dios con tus pensamientos y la voz inaudible de tu corazón.
Este tipo de oración implica enfocar tus pensamientos y emociones en nuestro Padre Celestial, nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo.
Dios percibe tus pensamientos desde el cielo.
A diferencia de la oración verbal, que debe viajar a través del cielo, la oración en tus pensamientos permanece en tu corazón. Es desde tu corazón que tus pensamientos son percibidos y escuchados por Dios.
Escucha lo que la palabra escrita de Dios en la Biblia dice sobre este tipo de comunicación:
Señor, tú me examinas
y me conoces.
2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
aun a la distancia me lees el pensamiento.
Salmos 139:1-2
Satanás y los demonios no pueden interceptar este tipo de oración.
Por lo tanto, como no hay transmisión de palabras de tu boca al cielo, nuestro Padre celestial encuentra tu oración en tu corazón.
Los principados y gobernadores de las tinieblas en los cielos esperarán para interceptar tu oración, pero no la verán, porque Dios ya la ha visto y recibido de tu corazón.
Otras ventajas de orar con el corazón.
Además, a diferencia de la oración verbal, que atrae la atención de los demás, la oración desde el corazón se hace en privado, sin ningún sonido. De hecho, puedes orar desde el corazón en un lugar lleno de gente sin que nadie lo note.
