
¿Tienes la costumbre de cambiar de lugar en la iglesia? Este artículo te muestra por qué es necesario sentarse en el mismo lugar en cada servicio de la iglesia.
El confinamiento por la COVID-19.
Primero, durante el confinamiento por la COVID-19 de 2020-2022, todas las iglesias de mi país permanecieron cerradas. Así que me acostumbré a los servicios en línea, dirigidos por el pastor, con unos cuatro asistentes.
Después del confinamiento por la COVID-19, todas las iglesias reabrieron, pero me llevó casi un año volver a reunirme con otros cristianos. Los domingos seguía quedándome en casa viendo los servicios religiosos en línea.
Dios me habló en un sueño.
Entonces, una noche, Dios me habló en un sueño. Me hizo esta pregunta:
Siempre envío a mis ángeles a buscarte, pero no te encuentran, ¿por qué?
A esta pregunta respondí ingenuamente así:
Señor, siempre estoy aquí en casa, y nunca he visto a ninguno de tus ángeles buscándome.
Entonces Dios dijo:
¡No! He estado enviando a mis ángeles a todas las iglesias de tu ciudad, pero no te encuentran en ningún servicio, ¿por qué?
Como no tenía excusa para no reunirme con otros cristianos, simplemente guardé silencio.
Entonces el Señor dijo:
¡Debes volver a asistir a la iglesia inmediatamente!
Entonces desperté de un sueño extraño. Estuve sentado en mi cama durante una hora pensando en esta visión sobrenatural. Seguramente Dios me había hablado en un sueño.
Volví a asistir a la iglesia.
Por lo tanto, debido a esta experiencia sobrenatural, dejé de ver los servicios religiosos en línea y volví a asistir a la iglesia presencialmente el siguiente domingo.
Le mostré a Dios dónde me sentaría siempre.
Entonces, en cuanto entré a la iglesia, elegí un asiento donde siempre me sentaría. Poco después, le dije a Dios así:
Señor, aquí es donde siempre me sentaré. Por favor, envía siempre a tus ángeles a este lugar.
¡Dios abrió mis ojos espirituales y vi ángeles!
Curiosamente, mientras el servicio religioso continuaba, el Señor abrió mis ojos espirituales y experimenté tres visiones sobrenaturales. En la primera, vi a un ángel traer una canasta llena de aguacates verdes a donde estaba sentado. Luego, en la segunda, vi a un ángel traer un saco de azúcar.
Finalmente, vi al tercer ángel traer una canasta de cacahuetes tostados. La colocó cerca de mí y se fue. Todas estas fueron bendiciones espirituales, porque cuando recuperé la vista normal, nunca vi ninguno de estos regalos físicamente.
Nuestro Padre Celestial, Jesucristo, y el Espíritu Santo ocupan asientos específicos.
Además, si visitan el salón del trono de Dios, verán que hay tres asientos. En realidad, la Trinidad no se sienta al azar. Según las Escrituras, nuestro Padre Celestial ocupa el asiento del medio, nuestro Señor Jesucristo a la derecha y el Espíritu Santo a la izquierda.
Conclusión.
En conclusión, el Señor aconseja a cada cristiano tener un lugar específico en su iglesia local donde sus ángeles siempre entregarán sus bendiciones.