
El Señor advierte a todos los que aún viven. Aquí están los seis tipos de tortura que esperan a quien se masturba. Así que arrepiéntete antes de que sea demasiado tarde.
1. Caer en el fuego del infierno.
El primer castigo por la masturbación será caer en el infierno al morir. Dado que nadie que se masturbe entrará al cielo, el único destino será el infierno.
Escucha lo que dice la palabra escrita de Dios en la Biblia:
8 Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte».
2. Violaciones por demonios feroces.
Segundo, tan pronto como la persona que se masturba llega al infierno, será violada continuamente por diferentes tipos de demonios feroces.
3. Perforación de genitales con objetos afilados y calientes.
El tercer tipo de tortura consistirá en perforar los genitales del pecador con objetos afilados y ardientes. Esto durará día y noche, para siempre.
4. Verter lava fundida sobre los genitales.
Cuarto, demonios feroces recogerán una gran cantidad de lava fundida del infierno y la verterán sobre los genitales de la persona que se masturbó en la tierra. Asimismo, esta tortura continuará día y noche, para siempre.
5. Mordeduras de serpientes e insectos feroces en los genitales.
Quinto, el Señor quiere que seamos conscientes de que el infierno alberga una multitud de serpientes e insectos feroces.
Tan pronto como la persona que se masturba muere y cae al infierno, estas feroces criaturas morderán continuamente sus genitales día y noche, para siempre.
6. Verter ácido sulfúrico caliente sobre los genitales.
Además, otro tipo de tortura en el Infierno consiste en verter ácido sulfúrico concentrado y ardiente sobre las partes íntimas del pecador.
Este tipo de tortura será administrada por demonios feroces, día y noche, por la eternidad.
Conclusión.
Por lo tanto, si tienes el hábito de masturbarte, el Señor quiere que te arrepientas y vivas una vida santa. Este cambio te evitará el sufrimiento y la tortura del infierno.