Querido lector, cuando nuestro Padre Celestial mira a las personas en la tierra, no las ama por igual. Él ama a algunas personas más que a otras.
En este artículo te muestro siete personas a las que Dios ama más.
Cualquier persona que busca a Dios.
El Señor mira desde el cielo a todas las personas de la tierra para ver si hay alguien que verdaderamente lo busque con anhelo de su sabiduría y guía.
Alguien buscando la santidad de Dios.
Dios ama tanto a la persona que busca la santidad porque Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santidad.
Nuestro Padre que está en los cielos quiere que seamos dedicados y apartados por un comportamiento que le agrade, ya sea en público o en privado.
Una persona arrepentida que se vuelve a Jesucristo.
Dios ama a una persona arrepentida que se vuelve a Jesucristo. Os digo que de la misma manera habrá más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento.
Una persona que conduce conduce a otros a la santidad.
Si llevas a otras personas a la santidad, entonces tu estrella brillará para siempre (ver Daniel 12:3).
De manera similar, una persona se vuelve enemiga de Dios si esa persona lleva a la gente al infierno. Más le valdría a esa persona que le colgaran al cuello una gran piedra y que se le hundiera en lo profundo del mar.
Una persona que confía en Dios.
Nuestro Padre Celestial hará lo que sea necesario para salvar a una persona que pone su confianza en él.
Persona que tiene consideración por los necesitados.
Te convertirás en un gran amigo de Dios si ayudas a los hambrientos, a los huérfanos, a las viudas, a los pobres, a los desamparados, a los presos y a los oprimidos.
Alguien que tiene un corazón humilde.
Dios ama a una persona que tiene una actitud de humildad, sin motivos egoístas o de facciones. Una persona que no es arrogante ni farisaica, sino que considera a los demás como más importantes.
Las siete personas que Dios más ama.