Querido lector, si has sido verdaderamente llamado por Dios para servirle en Su Reino y pecas voluntariamente, entonces espera Su castigo. Este artículo presenta las seis maneras en que Dios castiga a sus ministros pecadores..
Dios no te dejará sin castigo.
En primer lugar, si eres un verdadero siervo de Dios y pecas voluntariamente, nunca pienses que quedarás impune de parte de Dios.
Escucha lo que Dios dice en Jeremías 30:11:
Sino que te disciplinaré con justicia;
de ninguna manera quedarás impune.
Jeremías 30:11
:1. Dios puede castigarte con accidentes.
Primero, si fuiste verdaderamente llamado a servir a Dios y pecas voluntariamente, entonces Dios puede castigarte con accidentes. La gente se preguntará por qué te has visto involucrado en un accidente, pero en tu corazón sabrás que has pecado contra Dios.
2. Detener tu prosperidad.
Segundo, si eres un verdadero ministro de Dios y pecas voluntariamente contra Él, entonces Dios puede detener tu prosperidad. Esto es exactamente lo que le pasó a Adán.
Escuche cómo Dios juzgó a Adán:
17 Al hombre dijo:
«Por cuanto hiciste caso a tu esposa
y comiste del árbol del que te prohibí comer,
¡maldito será el suelo por tu culpa!
Con sufrimiento comerás de él
todos los días de tu vida.
3. Dios puede retirarte Su favor y protección.
Tercero, el Padre Celestial puede retirarte Su favor y protección. Esto es exactamente lo que le pasó a Sansón.
4. Dios puede permitir que tus enemigos se levanten en tu contra.
Además, si has sido verdaderamente llamado por Dios para servirle en Su Reino y pecas voluntariamente, Dios puede permitir que tus enemigos se levanten en tu contra. Esto es exactamente lo que pasó cuando el rey David fornicó con Betsabé.
5. Dios puede hacer que caiga vergüenza sobre ti.
Además, si has sido llamado para servir a Dios y pecas voluntariamente contra Él, entonces Él puede hacer que caiga vergüenza sobre ti. Esto es exactamente lo que le pasó a Noé cuando se emborrachó y permaneció desnudo (ver Génesis 9:20-23).
6. Dios puede exponerte públicamente.
Además, si no escuchas todas las advertencias de Dios, Él puede exponerte públicamente para que todo el mundo lo sepa. Este es exactamente el juicio que cayó sobre el rey David.
Escuche lo que Dios le dijo a David:
11 »Pues bien, así dice el Señor: “Yo haré que el desastre que mereces surja de tu propia familia, y ante tus propios ojos tomaré a tus mujeres y se las daré a otro, el cual se acostará con ellas en pleno día. 12 Lo que tú hiciste a escondidas, yo lo haré a plena luz, a la vista de todo Israel”».
2 Samuel 12:11-12
