Nuestro Padre Celestial necesitará algunas respuestas tuyas cuando termine tu vida terrenal. Aquí tienes las 5 preguntas que Dios te hará cuando dejes este mundo.
1. ¿Creíste en mi hijo Jesucristo?
Primero, Dios te preguntará si creíste en su Hijo Jesucristo durante tu vida terrenal. Si tu respuesta es negativa, no podrás entrar en el cielo.
Escucha lo que dice la palabra escrita de Dios en la Biblia:
18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo único de Dios.
2. ¿Cumpliste con mi tarea?
En segundo lugar, Dios te preguntará si has cumplido la misión que te encomendó. Dios le ha dado a cada ser humano una misión, aunque muchos la desconocen. Si aún no sabes cuál es, lo mejor es preguntarle a Dios. Él te la revelará de una forma u otra.
Personalmente, nunca supe qué misión me había encomendado Dios hasta los 30 años, cuando me di cuenta de que mi propósito era escribir para el Reino de Dios.
Como indica el versículo bíblico a continuación, es posible que no puedas entrar al cielo si no has cumplido la misión que Dios te ha encomendado:
25 Así que tuve miedo y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo”. 26 Pero su señor respondió: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses”.
28 »Después ordenó: “Quítenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil.
Mateo 25:25-28
3. ¿Leíste mi palabra escrita en la Biblia?
Tercero, cualquier juicio de Dios se basará en lo que está escrito en la Biblia. Por eso, Dios te preguntará si leíste la Biblia mientras vivías en la tierra.
4. ¿Viviste conforme a mi palabra escrita en la Biblia?
Además, Dios te preguntará si viviste conforme a su palabra escrita en la Biblia. Podrías no entrar al cielo si seguiste los caminos de Satanás.
5. ¿Diezmaste?
Además, Dios traerá sus registros para verificar si siempre trajiste tus diezmos a la casa de Dios. Las cosas serán difíciles para ti si nunca diezmaste mientras vivías en la tierra.
