Querido lector, nuestro Padre Celestial le ruega que evite el ojo por ojo porque la venganza empeorará tu situación. Este artículo le muestra por qué la venganza es una opción peligrosa.
La venganza te mantendrá en esclavitud espiritual.
En primer lugar, debes comprender que la venganza no ofrece una solución a tu problema. De hecho, puede hacer que las cosas empeoren innecesariamente. La búsqueda de venganza a menudo conduce a represalias, provocando un sufrimiento interminable.
Serás mantenido en la pobreza.
En segundo lugar, la venganza no es tan barata como podría pensarse. Le costará dinero y, con el tiempo, podría agotar gran parte de sus recursos financieros. Lo más importante es que abrirá la puerta para que Satanás y los demonios entren y destruyan su vida.
Puede traerle enfermedades.
En tercer lugar, la venganza puede traerte mucho estrés que puede afectar enormemente tu salud, aunque no lo sepas. Puede provocar molestos dolores de cabeza, problemas para dormir, malestar y falta de concentración en el trabajo.
Si elige la venganza como su mejor opción, puede traerle muchos problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, obesidad y diabetes.
Puede llevarte a la destrucción.
En última instancia, la venganza te llevará al pecado, y si no te arrepientes ante Dios, los demonios te arrastrarán al infierno donde hay destrucción eterna.
Jesucristo está en contra de la venganza.
Lo más importante es que nuestro Señor Jesucristo está en contra de la venganza. Escuche lo que dijo cuando enseñó sobre este asunto:
38 »Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”.[a] 39 Pero yo digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. 40 Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. 41 Si alguien te obliga a llevarle la carga una milla,[b] llévasela dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda.
Mateo 5:38-42
Nuestro Padre Celestial nos dice que no nos venguemos.
Finalmente, escuche lo que nuestro Padre Celestial dice sobre la venganza:
19 No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré»,[a] dice el Señor.
Romanos 12:19
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