Estimado lector, el reino de Dios tiene su propia música, la cual es inspirada por el Espíritu Santo.
De manera similar, el imperio de Satanás tiene su música inspirada en demonios.
La mayor parte de la música profana es peligrosa.
La mayoría de la música secular promueve la inmoralidad sexual, la lujuria, el erotismo, la impaciencia, la impureza, la irresponsabilidad, la falta de autocontrol, el divorcio, la idolatría y la hechicería.
También promueve la hostilidad, la contienda, los celos, la ira, las disputas, las separaciones, la envidia, la embriaguez y el comportamiento desenfrenado.
Todos estos son valores que se fabrican alrededor del trono de Satanás.
Jesucristo está advirtiendo que aquellos que escuchan tal música no heredarán el Reino de Dios.
La música profana invita a Satanás.
Dado que la mayor parte de la música secular es facilitada por el imperio de Satanás, cada vez que alguien la toca, esa persona está invitando a la presencia de Satanás y los demonios.
Musica cristiana.
Para que cualquier canción califique como cristiana, debe glorificar el Reino de Dios especialmente al honrar los nombres de Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo.
Además, la música cristiana promueve la pureza sexual, el amor [preocupación desinteresada por los demás], la alegría y la paz interior.
La música cristiana también promueve la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la unidad, la mansedumbre y el dominio propio.
La música cristiana ahuyenta a Satanás y los demonios.
Cuando tocas música cristiana, invitas a la presencia de Dios Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, así como a los ángeles de Dios.
Satanás y los demonios no pueden resistir la presencia de Dios por lo que huirán. Una persona que escucha música cristiana será liberada.
El ejemplo del rey Saúl.
Debido a que el rey Saúl se había rebelado contra Dios, fue invadido por Satanás y los demonios de la ira, el mal genio, la furia, el asesinato y el suicidio.
Los sirvientes de Saúl le aconsejaron que buscara a alguien que pudiera tocar música cristiana para que se sintiera bien (ver 1 Samuel 16:14-16).
Saúl hizo exactamente lo que se le aconsejó, y cada vez que David tocaba música de adoración cristiana, Satanás y todos los demonios huían.
La música cristiana te acerca al cielo.
Dios nuestro Padre está aconsejando a todos en el planeta Tierra que siempre escuchen música que lo glorifique a él, a Jesucristo, al Espíritu Santo y al Reino de los cielos.
Cuando hagas esto, obtendrás paz interior, santidad y estarás caminando más cerca del cielo.
La música profana invita a Satanás.
Deja una respuesta