Querido lector, llega un momento en que el Padre Celestial ve tus lágrimas. Esta señal muestra que Dios ha visto tu sufrimiento.
Dios vio el sufrimiento de los israelitas en Egipto.
Primero, durante muchos años los israelitas pensaron que Dios no escuchaba sus oraciones. Entonces un día nuestro Padre Celestial habló:
Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces[a], pues estoy consciente de sus sufrimientos.
Éxodo 3:7
Esto realmente me pasó a mí.
Recuerdo que un día sentí que Dios no escuchaba mis oraciones y se había olvidado por completo de mí. Entonces, durante mi tiempo de oración, le pedí a Dios así:
Señor, me hiciste algunas buenas promesas; ¿Se cumplirán alguna vez estas promesas?
Después de esta breve oración, me quedé dormido. Entonces, de repente, mientras dormía, tuve un sueño inusual. En este sueño vi un grupo de ángeles descendiendo del cielo. Llegaron al lugar donde yo dormía cantando así:
Grande es tu fidelidad,
Grande es tu fidelidad, Grande es tu fidelidad…
Mientras seguían cantando, me desperté de este extraño sueño. El Padre Celestial había enviado a estos ángeles para asegurarme que Él siempre es fiel a Sus promesas.
Dios te dará una seguridad.
Como se indicó anteriormente, el Padre Celestial les mostrará de una forma u otra que ha visto sus lágrimas y escuchado sus oraciones. Esto puede ser a través de un sueño, una visión sobrenatural, un amigo, tu pastor o mediante un versículo de la Biblia.
El Padre Celestial le dio una seguridad a Abraham.
Para ilustrar esto aún más, Abraham había perdido toda su fe porque durante muchos años Dios no le había dado un hijo. Entonces un día le dijo a Dios así:
No me has dado descendencia[a], y uno nacido en mi casa es mi heredero.
Genesis 15:3
En respuesta, Dios sacó a Abraham fuera de la tienda y le dijo:
Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas.
Génesis 15:5
Entonces Dios le dijo a Abraham:
Así será tu descendencia[a]
Génesis 15:5
Abraham creyó en Dios y, gracias a esa fe, el Padre Celestial cumplió todo lo que le había prometido a Abraham.
Conclusión.
En conclusión, el cielo te pide que edifiques tu fe en Dios diariamente. Dios siempre es fiel. Tarde o temprano él enjugará todas tus lágrimas y quitará todo tu sufrimiento.
Esto muestra que Dios ha visto tu sufrimiento.
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