Estimado lector, este artículo le muestra que puede hacer muchas cosas malas, pero engañar a tu pareja es lo peor que puedes hacer.
Dios será la primera persona que se ofenderá.
Primero, antes de considerar a cualquiera de los dos, la primera persona que se sentirá ofendida por su infidelidad es en realidad nuestro Padre Celestial.
Escuche lo que dice la palabra escrita de Dios en la Biblia:
Pues los caminos del hombre están delante de los ojos del Señor,
Y Él observa todos sus senderos.
22 De sus propias iniquidades será presa el impío,
Y en los lazos de su pecado quedará atrapado.
Proverbios 5:21-22
Nunca volverás a ser la misma persona.
En segundo lugar, nadie que engañe a su cónyuge permanece igual. El abuso de confianza se extiende más allá de la pareja infiel, permeando las relaciones con familiares, amigos e incluso niños.
En consecuencia, restaurar la confianza se convierte en un proceso largo que requiere un inmenso esfuerzo para reconstruir los vínculos fracturados.
Abres una puerta para que los demonios te ataquen.
Además, engañar a tu cónyuge abre la puerta para que Satanás y los demonios te ataquen. La relación con tu cónyuge comenzará a experimentar enojos, amarguras, enfermedades inexplicables, dificultades económicas, fracasos y tristezas en tu familia.
Las cuerdas de la muerte os atraparán.
Cuarto, engañar a su cónyuge traerá las poderosas cuerdas de muerte de Satanás a su vida. De hecho, nadie que engañe a su cónyuge saldrá ileso. El resultado final de este sufrimiento será la muerte.
Manténgase alejado de las relaciones extramatrimoniales.
En conclusión, el Señor quiere que te mantengas alejado de las relaciones sexuales fuera del matrimonio. De hecho, nuestro Señor Jesucristo fue más allá al decir que una persona casada nunca debe tener pensamientos de lujuria por otra persona además de su cónyuge.
Engañar a tu pareja es lo peor que puedes hacer.