Estimado lector, algo sucederá cuando el esposo y la esposa lleguen al cielo. Ambos ya no tendrán los sentimientos que tenían cuando aún estaban en la tierra porque poseerán nuevos cuerpos celestes.
Tanto el esposo como la esposa tendrán sentimientos neutrales el uno hacia el otro porque estarán en un nuevo mundo celestial.
El matrimonio se detendrá en la tierra.
El cuerpo terrenal junto con todos sus sentimientos de matrimonio y afectos amorosos quedarán en la tierra. Como se indica en la palabra escrita de Dios en la Biblia, no habrá matrimonio en el cielo (ver Marcos 12:25).
El cuerpo terrenal con todos sus sentimientos volverá al polvo donde se originó.
Nuevos cuerpos celestes.
Cuando marido y mujer lleguen al cielo, recibirán cuerpos espirituales celestiales desprovistos de sentimientos sentimentales.
Tendrán sentimientos neutrales, porque serán como hermanos y hermanas con cuerpos celestiales.
Adorando a Dios.
Los nuevos cuerpos celestes no tendrán antojos terrenales. En cambio, los nuevos cuerpos celestes tendrán un gran deseo de adorar a Dios nuestro Padre, a Jesucristo y al Espíritu Santo.
El esposo y la esposa deben esforzarse por entrar al cielo.
Habrá mucha felicidad, abrazos y celebraciones cuando el esposo y la esposa se encuentren en el cielo. La esposa y el esposo no tendrán más penas, preocupaciones o angustias.
En su lugar, habrá felicidad, paz mental y un gozo celestial eterno.
Por eso, marido y mujer deben ser fieles el uno al otro y vivir una vida que agrade a Dios nuestro Padre.
Deben mantenerse alejados de la inmoralidad sexual, la falta de dominio propio, la ira y otras cosas como estas que pueden impedirles entrar al cielo.
En el cielo tu esposa se convertirá en tu hermana.