Querido lector, Dios te advierte que tomes en serio tu cristianismo porque el pecado quemará tu vida.
El pecado quemó la vida de Sansón.
Sansón fue muy ungido pero no tomó en serio su relación con Dios. Estaba jugando diariamente con el pecado hasta que le quemó tanto los ojos como toda su vida.
El pecado quemó gravemente al rey David.
El rey David jugó con el pecado al matar a Urías y tomar a su esposa. Este pecado lo quemó gravemente cuando Dios lo juzgó de la siguiente manera:
Te di el palacio de tu amo y puse sus mujeres en tus brazos. También te permití gobernar a Israel y a Judá. Y por si esto hubiera sido poco, te habría dado mucho más. 9 ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor haciendo lo que le desagrada? ¡Asesinaste a Urías el hitita para apoderarte de su esposa! ¡Lo mataste con la espada de los amonitas! 10 Por eso la espada jamás se apartará de tu familia, pues me despreciaste al tomar la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer”.
2 samuel 12:8-10
El pecado sigue quemando a Judas Iscariote.
Judas Iscariote tenía mucha codicia por el dinero y un gran deseo de adquirir riquezas traicionando a los demás. El pecado quemó su vida y todavía lo está quemando en el infierno.
Deja de jugar con el pecado.
Dios te advierte que dejes de jugar con el pecado haciendo lo siguiente:
1. Mantén siempre tus pensamientos puros.
2. Evite cualquier forma de inmoralidad sexual.
3. Sea honesto con los demás y con Dios en todo lo que haga.
4. Evite mantener el odio en su corazón.
5. Evite la ira en todas las circunstancias.
6. Vive una vida perdonando continuamente a quienes te han hecho daño.
7. Concéntrese principalmente en las recompensas celestiales en lugar de luchar por las posesiones terrenales.
8. Viva una vida de arrepentimiento ante Dios.
9. Lee diariamente la Palabra de Dios en la Biblia y haz lo que te dice que hagas.
El pecado quemará tu vida.