Estimado lector, ¿siente que está siendo arrastrado lentamente al infierno?
No te preocupes más, porque puedes hacer algo al respecto.
En este artículo te muestro dos acciones que pueden detener tu descenso a los infiernos.
Invocando el nombre de Jesucristo.
Si siente que está siendo arrastrado al infierno, lo mejor que puede hacer es invocar el nombre de Jesucristo. Esta acción revertirá tu destino, de la destrucción eterna a la vida eterna.
Escuche lo que dice la palabra escrita de Dios en la Biblia:
Que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor
y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos,
serás salvo.
Porque con el corazón se cree para ser justificado,
pero con la boca se confiesa para ser salvo.
Así dice la Escritura:
«Todo el que confíe en él no será jamás defraudado».
Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».
Arrepintiéndote de tus pecados y cambiando tu forma de vida.
Si le expresas a Dios nuestro Padre tu sincero arrepentimiento por tus malas acciones y abandonas esos pecados, entonces la poderosa mano de Dios puede impedir tu descenso al infierno.
Esto es exactamente lo que hizo la gente de Nínive. Estaban destinados a la destrucción eterna en el infierno, pero se acordaron de Dios y se arrepintieron sinceramente de sus pecados.
Se humillaron abandonando sus malos caminos y su violencia. Esto cambió completamente el destino de estas personas de la destrucción eterna a la vida eterna.
Escuche lo que hizo nuestro Padre Celestial después de ver el arrepentimiento de la gente en Nínive:
Al ver Dios lo que hicieron,
es decir, que se habían convertido de su mal camino, cambió de parecer
y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado.
Jonás 3:10
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