
Tu vínculo más fuerte con nuestro Padre Celestial, Jesucristo, y el Espíritu Santo es la fe. Por lo tanto, Dios se pone triste cuando pierdes la fe en Él.
¿Qué es la fe?
Primero, necesitamos entender qué es la fe. La fe es una confianza profunda en Dios, incluso cuando todo te va en contra.
Concéntrate en el poder de Dios.
A medida que fortaleces tu fe en Dios, debes concentrarte en su capacidad para manejar cualquier situación que se te presente. Para ti y para los demás, la situación puede parecer insuperable. Pero escucha lo que dice la palabra de Dios en la Biblia:
26 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.
No te fijes en tus circunstancias negativas.
Si quieres fortalecer tu fe en Dios, no debes enfocarte en las circunstancias negativas que te rodean. Debes meditar en el poder de nuestro Padre Celestial, nuestro Señor Jesucristo, el Espíritu Santo y los ángeles de Dios. La palabra escrita de Dios en la Biblia dice que Dios abre un camino donde no lo hay.
Cree en la palabra escrita de Dios en la Biblia.
Además, si quieres vencer a Satanás y a los demonios, debes creer en las promesas de Dios, tal como están escritas en la Biblia. Si no flaqueas, Dios cumplirá todo lo que te ha prometido.
Dudar de Dios invita a Satanás y a los demonios.
Además, cuando dudas de Dios, abres una puerta para que Satanás y los demonios entren en tu vida. Como resultado, comenzarás a hundirte en tus problemas.
Sigue creyendo en Dios.
Por lo tanto, si quieres ganar tus batallas, debes seguir creyendo en Dios. De hecho, Dios se entristece cuando pierdes la fe en Él.