Querido lector, hay un secreto en el Reino de Dios que debes saber. Es mejor intentar cualquier tarea dada por Dios que no empezar, porque Dios se asocia con aquellos que lo intentan.
Cada persona tiene una asignación de Dios.
Todos en este mundo tienen una asignación de Dios nuestro Padre, pero muchas personas no lo saben. Algunas misiones, como predicar la palabra de Dios, están directamente relacionadas con Su Reino, mientras que otras, como el liderazgo, están indirectamente relacionadas.
Tu misión comenzó en el cielo.
Antes de que nacieras mundo, Dios nuestro Padre estuvo de acuerdo con Jesucristo y el Espíritu Santo acerca de tu misión en la tierra.
También acordaron la familia en la que nacerás.
Cómo conocer tu asignación divina.
Si quieres conocer la misión que Dios te ha encomendado, arrodíllate, reza el Padre Nuestro y luego pídele a nuestro Padre celestial que te muestre su misión para tu vida.
Dios te mostrará, de una forma u otra, su misión para tu vida.
Haga un intento de cumplir con su asignación celestial.
Si quieres que Dios esté complacido contigo, debes tratar de cumplir tu misión divina. Cuando nuestro Padre en el cielo vea sus esfuerzos, ordenará a sus ángeles acerca de usted que le proporcionen todos los fondos, materiales, tiempo y las personas necesarias para cumplir su asignación divina.
Dios juzgará a cualquier persona que no lo intente.
Si una persona no responde a su asignación divina, y falla por completo en hacer cualquier intento de completar esa tarea celestial, entonces el destino de esa persona puede ser el infierno.
Este juicio está claramente indicado en la parábola de las bolsas de oro en Mateo 25:14-30 en la que uno de los sirvientes nunca hizo un intento de comenzar la asignación divina de Dios.
Nuestro Padre ordenó a sus ángeles que arrojaran a ese hombre al infierno como se muestra en el siguiente versículo de la Biblia:
Y a ese siervo inútil échenlo afuera,
a la oscuridad, donde habrá llanto
y rechinar de dientes.
Dios se asocia con aquellos que lo intentan.