Estimado lector, puede que le resulte difícil creer lo que voy a contarle, pero esto realmente sucedió en el pueblo rural de mi infancia. En este pueblo teníamos un taxista que normalmente salía muy temprano en la mañana y regresaba para reunirse con su familia alrededor de las 20:00 horas de la noche después del trabajo del día.
El taxista nunca regresó a su casa.
Una noche, este taxista no regresó a casa pero su querida esposa decidió quedarse despierta esperándolo. En aquella época aún no se habían inventado los teléfonos móviles, por lo que esta mujer no tenía forma de comunicarse con su marido. Alrededor de la medianoche, dejó de esperar, pensando que el taxi de su marido podría haberse averiado. Esa noche se acostó como una mujer solitaria y preocupada.
El extraño sueño.
Esta mujer apenas había dormido una hora cuando tuvo un sueño extraño. En este sueño, vio a su marido parado frente a la ventana de su dormitorio. Su marido temblaba por el frío de la noche y su rostro estaba pálido y triste.
Entonces su marido habló así a su mujer:
Mi querida esposa, estás durmiendo pero sabes que ya me mataron. Ahorita estoy aquí en un lugar con mucha agua y tengo mucho frío. Por favor trae una manta para cubrirme.
¡Poco después de estas palabras, el sueño terminó y esta mujer de repente se despertó muy asustada! No pudo volver a la cama y informó a sus vecinos de la desaparición de su marido.
Temprano al día siguiente, se llevó a cabo una búsqueda y el vehículo taxi fue encontrado abandonado a unos 16 kilómetros de nuestro pueblo. Más tarde ese día, el cuerpo del taxista fue encontrado en un pantano anegado, no lejos del vehículo abandonado.
Afortunadamente, los asesinos fueron identificados más tarde y dos de ellos fueron asesinados por una turba enfurecida en nuestro pueblo. Antes de morir, confesaron que habían sido contratados por cierto hombre rico de nuestro pueblo que se había sentido políticamente ofendido por este taxista.
¡En esta historia puedes ver que un hombre muerto habló indirectamente con una persona viva!
Las almas inquietas de los muertos.
Hay muchas almas inquietas de muertos como este hombre en todo el mundo. Estas almas están haciendo todo lo posible para contactar con los vivos, pero les resulta muy difícil comunicarse entre los dos mundos.
Evita que tu alma se inquiete.
Puedes evitar que tu alma se inquiete después de dejar este mundo entregando toda tu vida a nuestro Señor Jesucristo.
En lugar de moverse de un lugar a otro, tu alma encontrará descanso eterno y paz con Jesucristo.
Cómo un muerto le habla a los vivos
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