La provocación por parte de otra persona puede ser peligrosa. Por lo tanto, el silencio es la mejor manera de manejar cualquier provocación.
Dios te considerará sabio si guardas silencio.
Primero, dado que la provocación puede ser peligrosa para tu vida, nuestro Padre Celestial te considerará sabio y perspicaz si te controlas y guardas silencio.
Escucha lo que dice la palabra escrita de Dios en la Biblia:
El que es entendido refrena sus palabras;
el que es prudente controla sus impulsos.
28 Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente, si cierra la boca.
La ira y los gritos atraerán demonios a tu vida.
En segundo lugar, si respondes a la provocación con ira y gritos, se abrirán puertas y Satanás atraerá muchos demonios a tu vida. Estos demonios incluyen maldiciones, enfermedades, pobreza, vergüenza y estancamiento.
El silencio y la moderación te darán la victoria.
Por lo tanto, si quieres la victoria, no hay necesidad de gritar en respuesta a la provocación. El silencio y la moderación te darán toda la victoria que necesitas.
Esto es exactamente lo que hicieron los israelitas cuando fueron atacados por el poderoso ejército del reino de Asiria (véase 2 Reyes capítulo 18). Senaquerib, el comandante supremo del ejército asirio, provocó al rey de Israel y a sus súbditos con muchas palabras provocadoras y amenazantes. Sin embargo, a pesar de la provocación, los israelitas guardaron silencio y no dijeron ni una palabra.
Escucha lo que dice la palabra escrita de Dios en la Biblia:
36 Pero el pueblo permaneció en silencio y no respondió ni una sola palabra, porque el rey había ordenado: «No respondan».
2 Reyes 18:36
Dios dio la victoria al pueblo silencioso.
Como los israelitas habían guardado silencio, esa noche el ángel del Señor salió y mató a ciento ochenta y cinco mil del campamento asirio.
Cuando el pueblo se levantó a la mañana siguiente, ¡allí estaban todos los cadáveres! Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento y se retiró. Regresó a Nínive y se quedó allí.
