Querido lector, algunos cristianos viven una vida de confusión. No entienden por qué, a pesar de su inocencia, su buena apariencia y su bondad hacia los demás, son rechazados. Esta publicación trata sobre el espíritu de rechazo y lo que puedes hacer al respecto.
Cómo funciona el espíritu de Rechazo.
El rechazo es un espíritu del diablo. Generalmente se administra a través de brujas y satanistas. Tu enemigo puede consultar a una bruja para que te lance un hechizo de rechazo.
El primer objetivo de este espíritu es tu rostro. Puede poner una cara fea o muy vieja en tu cara real. En lugar de lucir normal, lucirás muy feo ante los demás.
Olor corporal.
El segundo objetivo son los olores corporales. Incluso si usas un buen perfume, este espíritu puede hacerte oler a pescado podrido.
Comportamiento extraño.
El tercer objetivo es su comportamiento. Este espíritu puede hacer que te comportes de manera extraña. Conozco a una joven hermosa que terminó divorciándose porque tenía la costumbre de orinarse en la cama mientras dormía. Su marido no pudo tolerar esta costumbre y se separaron.
Mal aliento (Halitosis).
Además, el espíritu de rechazo puede provocar mal aliento. Este mal olor de la boca puede persistir incluso si la víctima se cepilla los dientes todo el tiempo. Sólo la liberación a través de la sangre de Jesucristo puede quitar el mal aliento.
Superar el espíritu de Rechazo.
La oración y los tiempos de ayuno son la principal forma de superar el espíritu de rechazo. Ora continuamente atando y desechando ese espíritu hasta que desaparezca por completo. Reemplázalo siempre con el espíritu de favor. La tercera arma poderosa es la Sangre de Jesucristo.
Adquiera el hábito de implorar siempre la Sangre de Jesús en sus palmas. Luego aplica la Sangre de Jesús por todo tu rostro y cuerpo. Si eres cristiano, nunca vayas ante tu amado sin cubrir tu rostro y cuerpo con la Sangre de Jesús.
Nunca vayas a entrevistas o conozcas a personas importantes sin aplicar la Sangre de Jesús en tu rostro. Quitará todas las máscaras que Satanás te ha puesto.
El espíritu de rechazo.
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