Es importante que consultes primero a Dios antes de tomar cualquier decisión importante. Aquí tienes 7 decisiones importantes que nunca debes tomar sin consultar a Dios.
El rey David ganó muchas batallas porque siempre consultó primero a Dios.
Para empezar, si lees el Antiguo Testamento, te darás cuenta de que el rey David ganó muchas batallas porque siempre consultó primero a Dios. Por ejemplo, en una ocasión, antes de atacar a los filisteos, hizo esto (ver 2 Samuel 5:19):
19 Así que David consultó al Señor:
—¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder?
—Atácalos —respondió el Señor—; te aseguro que los entregaré en tus manos.
2 Samuel 5:19
1. Matrimonio.
Primero, nunca debes casarte sin consultar primero a Dios. No seguir la guía de Dios podría llevarte a una relación de la que te arrepientas profundamente años después. Por lo tanto, primero debes obtener la aprobación de Dios para tu matrimonio.
2. Elegir una carrera.
Segundo, necesitas saber que tu vida está en las manos de Dios. Por lo tanto, nunca elijas una carrera sin consultar primero a Dios.
3. Aceptar un nuevo trabajo.
Tercero, nunca debes aceptar una nueva oferta de trabajo sin consultar primero a Dios. Aceptar un trabajo sin obtener la aprobación de Dios puede arruinar tu carrera laboral. Además, podrías perder mejores oportunidades laborales.
4. Comprar un terreno.
Además, nunca compres un terreno sin consultar primero a Dios. Su guía es necesaria porque algunos terrenos pueden tener muchos problemas que quizás desconozcas.
5. Comprar o construir una casa.
Además, nunca compres ni construyas una casa sin consultar primero a Dios. Esta consulta podría salvarte de futuras complicaciones que quizás desconozcas.
6. Iniciar un ministerio cristiano.
Sexto, nunca debes iniciar un ministerio cristiano sin obtener la aprobación de Dios. No consultar a Dios puede llevarte a un ministerio que nunca te traerá recompensas celestiales.
7. Viajar.
Finalmente, nunca debes emprender ningún viaje importante sin consultar primero a Dios. Si no le preguntas a Dios antes de viajar, no culpes al Cielo si algo sale mal.
