Muchos cristianos se preguntan qué les sucederá después de dejar este mundo. Esto sucede después, si mueres en el Señor.
La brillante luz de Dios se acercará a ti.
Primero, cuando estés a punto de dejar este mundo, la gran luz de Dios desde el cielo llegará a donde estás. Aquellos que todavía viven en la tierra tal vez no la vean, pero ustedes verán esta luz gloriosa.
Esta luz estará cumpliendo lo escrito en Miqueas 7:8:
No te alegres de mí, enemiga mía.
Aunque caiga, me levantaré,
Aunque more en tinieblas, el Señor es mi luz.
Todo tu dolor y sufrimiento desaparecerán.
En segundo lugar, todo el dolor y sufrimiento que has experimentado ya no existirá. Entonces os llenaréis de felicidad y comenzaréis a alabar al Señor.
Los ángeles de Dios aparecerán.
Además, los ángeles de Dios, incluido el ángel que ha estado contigo desde tu nacimiento, aparecerán cerca de ti para fortalecer y reclamar tu alma.
La razón de este estímulo es perfeccionar vuestra confianza en Dios hasta que seáis libres de la tierra.
La aparición de los ángeles cumplirá lo que está escrito en el Salmo 91:11-12:
Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti,
Para que te guarden en todos tus caminos.
12 En sus manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Se te dará un cuerpo celeste.
A continuación, dejarán su cuerpo terrenal y se revestirán de un cuerpo celestial. Esto será para cumplir lo que está escrito en 1 Corintios 15:42-44:
Así sucederá también con la resurrección de los muertos. Lo que se siembra en corrupción resucita en incorrupción; 43 lo que se siembra en deshonra resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad resucita en poder; 44 se siembra un cuerpo natural y resucita un cuerpo espiritual.
Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual.
Serás transportado al cielo.
Luego, aparecerá un carro celestial en tu ubicación. Los ángeles de Dios te ayudarán a subir a este carro y serás transportado al cielo.
Serás bienvenido por Abraham.
De hecho, nuestro bisabuelo Abraham es responsable de recibir en el cielo a todos los que han muerto en el Señor (ver Lucas 16:23). Él te abrazará cálidamente y te dará la bienvenida al cielo.
Más tarde, Abraham se encargará de presentarles a nuestro Señor Jesucristo y luego a nuestro Padre Celestial.
Esto sucede después, si mueres en el Señor.
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