Estimado lector, cuando te conviertes en seguidor de Jesucristo, debes producir fruto, de lo contrario, algo malo puede pasarle. En este artículo les muestro tres formas importantes de producir hermosas frutas en el reino de Dios.
El árbol infructuoso que fue maldecido.
La Biblia menciona un árbol que fue maldecido por Jesucristo porque encontró este árbol sin fruto. Esto puede sucederle a cualquier cristiano que esté sentado sin producir ningún fruto en el reino de Dios.
Escuche lo que dice la Biblia sobre este incidente:
Muy de mañana, cuando volvía a la ciudad, tuvo hambre.
Al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella,
pero no encontró nada más que hojas.
—¡Nunca más vuelvas a dar fruto! —le dijo.
Y al instante se secó la higuera.
Mateo 21:18-19
Respondiendo al llamado de Dios en tu vida.
El primer paso para dar fruto en el Reino de Dios es responder al llamado de Dios en tu vida. Cada persona en la tierra tiene un llamado específico de Dios, aunque muchos no lo saben. Al actuar de acuerdo con lo que Dios te llamó a hacer, estarás dando frutos abundantes y hermosos.
Ganando las almas perdidas para Jesucristo.
En segundo lugar, Jesucristo comisionó a cada cristiano a salir y ganar almas perdidas para el reino de Dios. Al ganar almas estarás dando hermosos frutos para el reino de Dios.
Si no puede ganar almas directamente, puede hacerlo indirectamente aportando dinero u otros medios para ganar almas.
Escuche lo que dijo Jesús:
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo.
Mateo 28:19
Buscando la santidad.
Mientras tanto, los frutos más hermosos aparecerán en tu vida si buscas la santidad. Además, la santidad evitará que Satanás robe las promesas que Dios te ha hecho.
Escuche lo que dice la palabra escrita de Dios sobre este asunto:
Por tanto,
amados, teniendo estas promesas,
limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
3 Maneras de producir frutos hermosos en el Reino de Dios.
Deja una respuesta