Estimado lector, a veces es difícil saber si un sueño que tuviste mientras dormías fue ordinario o vino del Padre Celestial. En este artículo presento siete señales que confirman que un sueño era de Dios.
Claridad.
Un sueño que viene de nuestro Padre Celestial suele ser tan claro que puedes ver hasta los más pequeños detalles. Puedo comparar esta claridad con ver una película en una pantalla de cine grande y de alta calidad.
Te despiertas inmediatamente después del sueño divino.
En la mayoría de los casos, cuando termina un sueño que viene del Padre Celestial, te despiertas de inmediato. Dios te despierta para que rápidamente recuerdes todos los detalles de ese sueño. Además, Dios quiere que ores y actúes de acuerdo con el mensaje de ese sueño.
Dios te permite recordar cada detalle.
A diferencia de los sueños ordinarios, Dios generalmente te permite recordar todos los detalles en un sueño divino. Puede recordar estos detalles incluso después de muchos años.
Dios suele hablar en acertijos.
Otra característica de los sueños divinos es que Dios no suele hablar en un lenguaje directo como cabría esperar. Así como Jesucristo usó parábolas extensamente, el Padre Celestial usa el lenguaje indirecto de los sueños de los acertijos para comunicarse con las personas (véase Números 12:7-8 y Daniel 5:12).
Si estudias todos los sueños mencionados en la Biblia, te darás cuenta de que Dios no usó un lenguaje de sueños directo en la mayoría de ellos, sino que usó el lenguaje de los acertijos.
La razón principal por la que Dios usa acertijos en los sueños es que quiere que la gente lo busque a él y a su reino con todo su corazón.
Fuego sagrado
A veces un sueño inspirado por el cielo va acompañado de la presencia del Espíritu Santo. Te despiertas de tal sueño sintiendo la presencia de Dios.
7 señales que confirman que un sueño vino de Dios.
