Estimado lector, algunos cristianos han tomado medidas que muestran su gran fe en la capacidad del Padre Celestial. En este artículo te doy 10 señales de que tienes una gran fe en Dios.
Curación sobrenatural.
Si cree y ora por la curación de una persona enferma, entonces su fe en las habilidades de Dios es grandiosa.
El padre de Publio estaba en cama, enfermo con fiebre y disentería. Pablo entró a verlo y, después de orar, le impuso las manos y lo sanó.
Hechos 28:8
Situaciones peligrosas.
Si su corazón está en paz durante situaciones peligrosas, entonces tiene una gran fe en Dios.
De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido.
Mateo 8:24
Amenazas de seguridad.
Si su corazón está en paz durante cualquier amenaza a la seguridad, entonces tiene una gran fe en Dios.
—No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos.
2 Reyes 6:16
Cuando no estás preocupado por el mañana.
Si no está preocupado por lo que le sucederá mañana, entonces tiene una gran fe en Dios.
Cuando rezas por máquinas rotas.
Si pone las manos encima y ora por una máquina rota o el motor de un automóvil, creyendo que Dios lo arreglará, entonces su fe en Dios es grande.
Cuando rezas por el buen tiempo.
Si ora para que Dios proporcione un buen clima, entonces su fe en Dios es alta.
Milagros sobrenaturales.
Si crees y oras por un milagro sobrenatural, a pesar de las circunstancias negativas, entonces tu fe en Dios es alta.
Proyectos de construcción.
Si comienza un gran proyecto de construcción con poco o ningún dinero en su cuenta bancaria, entonces su fe en las habilidades de Dios es grande.
Y Noé hizo todo según lo que Dios le había mandado.
Génesis 6:22
Provisión sobrenatural.
Si finaliza los arreglos de viaje, sin saber de dónde vendrá el dinero para el boleto de viaje, entonces tiene una gran fe en Dios.
Isaac le dijo a Abraham:
—¡Padre!
—Dime, hijo mío.
—Aquí tenemos el fuego y la leña —continuó Isaac—; pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8 —El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios —le respondió Abraham.
Y siguieron caminando juntos.
Génesis 22:7-8
Muerte.
Si ya no le temes a la muerte, entonces tu fe en Dios es verdaderamente grande.
Sadrac, Mesac y Abednego le respondieron a Nabucodonosor:
—¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad! 17 Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. 18 Pero, aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua.
Daniel 3:16-18