Por Makko Musagara
10 razones para temer al infierno.
Si me preguntas sobre el miedo número uno que tengo en mi vida, te diré, sin dudarlo, que temo más al infierno. Todo cristiano debe hacerlo. Y si temes al infierno, siempre te alejarás del pecado.
A continuación les doy 10 razones para temer al infierno.
1. El infierno es real. No te dejes engañar porque el infierno no existe.
2. El infierno hace demasiado calor. No puedo comparar las temperaturas mensurables en la Tierra con las altas temperaturas del infierno. Probablemente estamos hablando de temperaturas de más de 1,000,000 Centígrados (1,800,000 F).
3. El infierno es eterno. No es un año o un fenómeno de un millón de años. ¡Te quedas en el infierno por los siglos de los siglos!
4. El hedor en el infierno es insoportable. Si Dios puede abrirle la puerta al infierno por solo un segundo, el hedor puede ahogarlo por mil años.
5. El infierno está lleno de tormentos. Millones de demonios habitan en el infierno para atormentar a los arrojados allí.
6. El tormento del infierno es peor para las personas que fueron fuertes en Cristo pero que cayeron.
7. El infierno está lleno de sed abrasadora. Si quieres experimentar esta sed lee Lucas 16: 19-31
“19 »Había un hombre rico que se vestía lujosamente[a] y daba espléndidos banquetes todos los días. 20 A la puerta de su casa se tendía un mendigo llamado Lázaro, que estaba cubierto de llagas 21 y que hubiera querido llenarse el estómago con lo que caía de la mesa del rico. Hasta los perros se acercaban y le lamían las llagas.
22 »Resulta que murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron. 23 En el infierno,[b] en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. 24 Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”. 25 Pero Abraham le contestó: “Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal; pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente. 26 Además de eso, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieren pasar de aquí para allá no pueden, ni tampoco pueden los de allá para acá”.
27 »Él respondió: “Entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, 28 para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento”. 29 Pero Abraham le contestó: “Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que les hagan caso a ellos!” 30 “No les harán caso, padre Abraham —replicó el rico—; en cambio, si se les presentara uno de entre los muertos, entonces sí se arrepentirían”. 31 Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos».
8. El infierno está lleno de gritos de piedad.
9. Nadie puede rescatarte del infierno.
10. Solo un pecado «simple» puede llevarte al infierno.